Katia Benito-Sendín Plaar, Paola Di Domenico Pérez, Jaime Fernández Sánchez, Andrés Ingelmo Poveda, Laura Pérez Blázquez, Miguel Sánchez Boyero
Ciencias del Mundo Contemporáneo
1ºA de Bachillerato
ARTÍCULO DE OPINIÓN: EL FIN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS
En nuestra opinión los intereses económicos de las grandes empresas se superponen a la salud del consumidor.
El etiquetado de estos alimentos como transgénicos no está contemplado en el marco legal de todos los países aunque en la Unión Europea y Estados Unidos están haciéndose grandes esfuerzos para que exista un específico tratamiento de estos productos. La desinformación a la que se ve sometido el cliente al adquirir dicho alimentos sería intolerable.
Llevadas por la esperanza de reducir costes las poderosas compañías alimenticias han proclamado a bombo y platillo los increíbles beneficios de estos alimentos. Llegando a afirmar que serían la solución para acabar con el hambre en ciertas regiones desfavorecidas como África.
Nosotros pensamos que aún no se han realizado los suficientes experimentos que demuestren la inocuidad de dichos alimentos, por lo que desde el punto de vista ético debemos cuestionar si es legítimo utilizar como conejillos de Indias a la población tercer mundista.
Nos preguntamos si la ley del máximo beneficio puede superponerse a la dignidad humana.
Nuestra respuesta es clara, el progreso del hombre debe insertarse en un marco de consideraciones morales y nunca ha de avanzar ajeno a esa dignidad ya mencionada.
Si la ausencia de efectos perjudiciales en estos alimentos fuera demostrada por laboratorios no asociados a las compañías alimenticias, veríamos con buenos ojos su uso.
Además hay que señalar que los argumentos utilizados por las empresas en favor de estos productos contrastan drásticamente con la realidad que todos podemos observar.
Desde su punto de vista el hambre mundial tiene su base en una carencia de alimentos y no en su mala distribución.
Parecen olvidarse de la cantidad de comida que se desperdicia en los países desarrollados, donde algunas cadenas de comida rápida llegan a rociar los alimentos desechados con lejía para poder mantener constante la demanda.
Me parece increible que hoy por hoy con todos los problemas que hay de hambre en el mundo y los numerosos lugares en los alimentos son desperdiciados exista todavía esa visión egoísta de algunas empresas alimenticias que siguen pensando en el dinero y en sus propios beneficios.
ResponderEliminarPienso que si todavía no se han asegurado los efectos beneficiosos de estos alimentos, no se debe de hacer nada con ellos, ya que sería un engaño para la sociedad que como en el texto se dice no esta puesta en este tema.
Pienso que el verdadero problema al que se debería de dedicar tiempo y dinero es el de el hambre en el mundo y no en un numero pequeño de egoistas que esto les importa muy poco.